Démosle una cálida bienvenida al otoño
Démosle una cálida bienvenida al otoño
¿Qué representa el otoño? El otoño es una estación del año que marca la transición entre el verano y el invierno, y proviene del latín autumnus, que significa “llegada de la plenitud del año”.
Desde tiempos antiguos, el otoño se consideraba una época de renovación de la tierra, en donde las hojas viejas se caen para dar paso a nueva hierba, nuevos colores y comienzos.
¿Qué significado tiene el otoño?
Además de ser una de las épocas más bonitas del año, el otoño trae consigo una oportunidad para hacer un autoanálisis e introspección. Así como los árboles cambian sus hojas y se renuevan para dar paso a una otra estación o etapa, también nosotros pasamos por cambios que nos llevan, a veces, hacia nuevas direcciones.
Así pues, puedes aprovechar la llegada del otoño para detenerte y pensar en las metas que te habías propuesto al inicio de año, las que has logrado y las que aún estás por cumplir. Toma un momento para agradecerte, aplaudirte y reconocerte todo lo que has hecho y el camino que has recorrido. ¡No es fácil! Así que siéntete libre de premiarte con una reconfortante taza de Chocolate Ibarra mientras tomas un papel y lápiz para realizar un pequeño ejercicio.
Una oportunidad de introspección
En un trozo de papel haz tres columnas. En la primera plasma los objetivos que tenías a inicios de año, no importa cuáles sean, si los pensaste e imaginaste, escríbelos. En la segunda columna anota lo que has logrado. Tal vez algunas de tus metas hayan cambiado un poco a lo largo del tiempo o las hayas tenido que ajustar. No importa, anota todo lo que hayas logrado hasta el momento. Y, finalmente, en la tercera columna, pon aquellos objetivos que aún están por cumplir o las nuevas metas que surgieron en el camino.
Cuando hayas terminado, mira tu lista. ¿Qué columna es más larga? ¿Qué sientes al ver tu lista? Mientras tomas tu taza de chocolate, vuelve a mirar la primera columna, tus objetivos iniciales. ¿Son realistas? ¿Han cambiado? ¿Necesitas hacer ajustes? Ahora, mira tu segunda lista. ¡Wow! ¿Todo eso has hecho? ¡Impresionante! No es fácil tener la visión, el compromiso y la disciplina para cumplir una meta, pero tú lo has hecho, así que ¡felicítate! Date el crédito que te mereces y apapáchate por eso.
Ahora, observa la lista de cosas por hacer o metas por cumplir. Analízalas bien. ¿Son realistas? ¿Te proporcionarían satisfacción una vez completadas? ¿En cuánto tiempo crees que lo logres? Antes de que sientas presión o desilusión, queremos decirte que muchas veces nos planteamos metas o deseos de la forma incorrecta. ¿Cómo es esto? Mira, te compartiremos un tip para poder reconocer y plasmar tus deseos de una mejor manera.
Las preguntas más importantes
Todos tenemos deseos y metas. Algunos son más alcanzables que otros, y unos responden a deseos personales, mientras que otros son externos. Por ejemplo: puedes desear tener una casa propia para vivir de forma más cómoda. Este sería un deseo personal. Pero, si deseas tener una mansión frente al mar porque te daría más status y es lo que ves en Instagram, ese sería un deseo externo. ¿Ves la diferencia? Siempre céntrate en lo que tú quieres.
Pasemos a las preguntas. Para saber realmente cuáles son tus deseos, volvamos al ejemplo anterior. Quieres tener una casa para vivir más cómodamente. ¿Por qué? Porque tal vez ahora estás rentando un lugar y no lo sientes tuyo, así que quieres algo propio. ¿Para qué? Para sentirte mejor. ¿Cómo? Más a gusto y más independiente. ¿Por qué necesitas sentirte independiente? Tal vez porque has vivido con tus papás o parejas, y no has tenido la oportunidad de adquirir algo para ti, algo propio que nadie pueda quitarte. Entonces ahí lo tienes: tal vez no quieras necesariamente una casa, sino que quieres sentirte independiente, capaz y con el sentido de pertenencia.
¿Ves cómo cambian las metas? Entonces no te desilusiones. Regresa a tu pedazo de papel, analiza la última columna de cosas por hacer y cuestiona cada una para encontrar la verdadera razón detrás de ellas, y así será más fácil encontrar la forma de lograrlo.
Haz este ejercicio cuantas veces creas necesario, siempre acompañado de algo que te reconforte y te dé paz, como una espumosita taza de Chocolate Ibarra con Chocolate 100% Genuino.