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Etiqueta: tradiciones

Por qué comemos tamales el Día de la Candelaria

¿Por qué comemos tamales el Día de la Candelaria?

¿Por qué comemos tamales el Día de la Candelaria?

Tradiciones

A los mexicanos nos encantan las celebraciones y pasar tiempo con nuestra familia, y aún más, si hay comida involucrada.

Hoy te platicaremos un poco acerca de una tradición muy conocida, pero de la que pocos saben el origen, y de paso, te contaremos por qué comemos tamales el Día de la Candelaria. ¡Sigue leyendo!

2 de febrero, un día muy especial

Si fuiste de los que les salió el “muñequito” o “niño Dios” en la rosca de reyes el 6 de enero, sabes que te toca poner los tamales para el Día de la Candelaria, que se celebra el 2 de febrero. ¿Por qué esa fecha? Todo comienza con el nacimiento de Jesús (la Navidad), en donde muchas familias mexicanas colocaron un Nacimiento para conmemorar el nacimiento de Jesús. Después, el 6 de enero celebraron la llegada de los Reyes Magos, partiendo una deliciosa rosca en homenaje al recién nacido.

Las roscas de Reyes traen “muñequitos” escondidos, que simbolizan al “niño Dios”. Si una persona saca uno de estos en su rebanada, se convierte en “padrino del niño” y le toca poner los tamales para la tamaliza del Día de la Candelaria. Esta fecha indica cuando levantan al bebé Jesús para continuar su peregrinación hacia Egipto, pasando por el Carnaval, la Cuaresma, el Miércoles de Ceniza y la Semana Santa.

¿Por qué comemos tamales en el Día de la Candelaria?

Ahora la gran pregunta: ¿por qué comemos tamales y no otra cosa? Bueno, pues como casi todas las celebraciones en México, el Día de la Candelaria tiene sus orígenes en una mezcla de tradiciones prehispánicas y católicas. Este día coincide con el día en que nuestros antepasados celebraban el primer día del calendario azteca, que coincidía con la celebración en honor a Tláloc (el dios de la lluvia) y el inicio de la temporada agrícola.

Los colonizadores se dieron cuenta de que los aztecas ofrecían tamales a sus dioses, pues al estar hechos con maíz, pedían que sus próximas cosechas fueran fructíferas. Así, al intentar conciliar la religión católica con las creencias prehispánicas, decidieron que sería más fácil si la fiesta de la Candelaria coincidía con la fiesta de los aztecas.

Como ves, aunque la colonización llegó a suelo azteca, aún conservamos parte de nuestras hermosas costumbres y de las deliciosas joyas culinarias de la gastronomía prehispánica que tanto amamos. Así que este 2 de febrero, disfruta de unos ricos tamales y una espumosita taza de Chocolate Ibarra® y pasa momentos inolvidables con los que más quieres. ¡Nos leemos pronto!

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Día de Muertos

Día de Muertos en México: origen, tradición y color

Día de Muertos en México: origen, tradición y color

Tradiciones

Dicen que los mexicanos siempre tomamos las cosas por el lado bueno y ni la muerte se nos escapa.

El Día de Muertos en México es una de las celebraciones más importantes, pues, además del folklor tradicional y las leyendas, es una oportunidad para recordar a los que ya no están y de celebrar la vida al son de la música, la fiesta y los tradicionales antojitos. Si no conoces el origen de esta hermosa tradición, te invitamos a seguir leyendo.

Origen de la celebración del Día de Muertos

Honrar la vida y acompañar en el camino hacia la muerte es una de las prácticas más antiguas que tienen en común la mayoría de las civilizaciones. Desde el antiguo Egipto hasta los temidos vikingos, la muerte simboliza el fin de la vida física y el inicio del camino espiritual hacia el origen.

Así, para las antiguas culturas, la muerte no supone un fin ni una ausencia, sino la transición hacia el mundo no físico, en donde las almas se reúnen y vigilan a los vivos; los guían, los aconsejan y los acompañan en forma de intuición, pensamientos repentinos o la bella sensación de que alguien amado te acompaña de forma invisible.

En el México prehispánico, los aztecas envolvían a sus muertos en un petate con aceites perfumados y flores de Cempasúchil. Organizaban fiestas con música, comida y bebida para guiar y acompañarlos en su camino hacia el Mictlan y, dependiendo del rango del difunto, las fiestas podían durar días o semanas.

El cempasúchil

De acuerdo con la tradición azteca, el cempasúchil simboliza la luz y la vida, pues su forma y su color hacen que recordemos al sol, representado por el dios Quetzalcóatl. Esta deidad se asociaba con el astro matutino, mientras que su hermano, Xólotl se asociaba con la luna, por lo que representaba la transformación, la oscuridad y lo desconocido.

Es por ello que en los altares de muertos se hace un camino con pétalos de cempasúchil, para guiar a las almas desde el inframundo hacia el altar, en donde magníficas ofrendas les esperan para honraros, pues aún en el Mictlan, las almas necesitan alimento y ser recordados.

El xoloitzcuintle: guía fiel hacia el Mictlan

El xoloitzcuintle es uno de los símbolos más reconocidos de la cultura mexicana a nivel mundial, y ligado intrínsecamente con la tradición del Día de Muertos. Al ser autóctono de nuestro país, el Xolo, como es llamado comúnmente, causa curiosidad entre los extranjeros, pues su falta de pelaje, su cuerpo delgado y la pérdida temprana de sus dientes lo hace una raza única.

De hecho, cuando llegaron los españoles los confundieron con caballos enanos, pues era muy común verlos en las calles de la antigua ciudad azteca, acompañando a sus dueños o cuidando las casas. El xoloitzcuintle se asocia con Xólotl, el hermano de Quetzalcóatl y señor de la oscuridad, así que este magnífico can es el encargado de acompañar las almas hasta el Mictlan, gracias a su fidelidad y por ser un excelente perro guardián.

El altar de muertos: ofrendas para honrar a las ánimas

Ya te hemos platicado acerca de los altares de muertos, y cómo estos nos ayudan a honrar y recordar a los que ya no están. Son una tradición prehispánica que nos brinda una perspectiva esperanzadora de la muerte que, lejos de ser temida, es reconocida como una etapa de transición para volver al origen.

Es recomendable ofrecer a los difuntos cosas que les gustaban cuando estaban en el mundo de los vivos, como sus objetos favoritos, su música preferida y, claro, su comida y bebida predilecta. Así, el aromático chocolate forma parte esencial de casi cualquier altar en México, pues el cacao era ya reconocido por los aztecas como una bebida energizante y usada en importantes ceremonias. Además, su rico aroma y sabor brindan el confort y la serenidad que tanto nos gusta. Y tú, ¿cómo vas a celebrar este día de muertos?

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